Las personas son imprudentes por naturaleza

28 Feb 2025

Las paredes oyen, dicen por ahí, vivimos en una sociedad donde nada se puede ocultar, o, se pueda escuchar.

La imprudencia o la soberbia, es un aditivo eficaz para ablandar la lengua.

Hasta las 18:30 pm del día 27 de febrero, no le habían depositado los viáticos a José Juan Ríos Ramírez, repitió una dama al teléfono en un centro de atención de pacientes, ubicado en el centro de la ciudad.

La dama, estaba desconcertada hablando con su interlocutor, con una voz imprudente, repitió que le podía avisar al hermano del Tesorero, para agilizar el trámite, de lo contrario José Juan Ríos Ramírez, estaba pensando en no asistir a un curso de capacitación en la ciudad de Xalapa, claro, si no caía el recurso a comprobar.

Quienes escucharon esta conversación, estaban atónitos, sorprendidos y perplejos, ella se hallaba más angustiada por la subvención a José Juan que de su vástago, quien presentaba un cuadro de síntomas clínicos.

No es necesario preguntar, investigar u “orejear”, todo llega a quien está en el lugar correcto.

Lo importante de este episodio fugaz de la vida, nos deja una información destacada, el hermano del Tesorero en la escena política y administrativa del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, debido al indiscreto funcionario público.

Posteriori, falazmente argumentan sin uso de la razón, que son espiados o alguien les tiene mala fe, cuando la realidad es otra, el servidor público es “lengua floja” sin resistencia insuficiente a guardar secrecía.

“En boca cerrada, no entran moscas”, el silencio excusa necedades y pérdida de confianza.

Ojalá le hayan depositado, ese curso se lo merece Coatzacoalcos.

Por los funcionarios que queremos todos.