Mercedes Rodríguez, directora de Proyecto Hombre en Madrid, destaca con firmeza que la marihuana o cannabis es una de las drogas más peligrosas.

Su argumento se basa en varios factores críticos: el consumo de marihuana comienza a edades muy tempranas, a menudo antes de los 15 años, y está fuertemente asociado con el desarrollo de enfermedades mentales, especialmente brotes psicóticos.

Además, el impacto negativo de esta droga se extiende a todas las esferas de la vida de los jóvenes, afectando sus estudios, relaciones y, en última instancia, hipotecando su futuro.

Un aspecto que agrava la situación es que las técnicas modernas de cultivo han aumentado considerablemente la potencia del cannabis, haciéndolo cuatro veces más fuerte que hace dos décadas.

Esto significa que cada porro tiene un efecto mucho más potente, lo que contribuye a la falsa percepción de la marihuana como una “droga blanda”.

Esta idea errónea, que ha sido promovida durante años, ha llevado a la popularización de productos derivados como el CBD, que también son peligrosos.

Aunque otras drogas, como el fentanilo, pueden causar un mayor número de muertes directas, Rodríguez subraya que el cannabis es la droga que más vidas destruye, especialmente entre los jóvenes, y que casi todos los consumidores de otras drogas comenzaron con la marihuana.

Rodríguez advierte también sobre la manipulación de la imagen del cannabis, vinculándolo erróneamente con la salud y lo “natural”.

Esta distorsión de la realidad es especialmente peligrosa para los jóvenes, quienes podrían llegar a creer que el cannabis es menos dañino que el tabaco.

Un problema adicional es la influencia del CBD, que está abriendo las puertas a la marihuana. Los niños y jóvenes, expuestos a campañas que promueven el CBD como un producto inocuo, están cada vez más indefensos ante esta droga.

Este fenómeno es alarmante en países como Estados Unidos y Canadá, donde la legalización del cannabis ha dado lugar a graves problemas sociales, como el aumento de la indigencia y la proliferación de “zombis” en las calles.

Crítica a la legalización

Rodríguez critica la legalización del cannabis, argumentando que solo exacerbaría los problemas actuales. La disponibilidad aumentaría, al igual que el consumo, y el mercado negro no desaparecería, sino que se volvería más barato y sin control, como ocurre con otras sustancias.

Además, señala que la adicción al cannabis no solo destruye la vida del drogadicto, sino que también destroza su entorno, llevando a la marginación, la soledad, el fracaso escolar y laboral, y, en última instancia, a la muerte.

Finalmente, Rodríguez enfatiza que la adicción a la marihuana es una emergencia tanto a nivel nacional como mundial.

La prevención es clave, y es en la familia, la escuela y el entorno social donde se debe centrar el esfuerzo para evitar que los jóvenes den el primer paso hacia el consumo.

 

 

Category: Salud