Coatzacoalcos el Puerto de la Esperanza
30 Jul 2024Coatzacoalcos cumple 84 años de ser el Puerto de la Esperanza para las familias españolas en su éxodo
Cientos de familias iberoamericanas ingresaron en barco al Puerto México… desde entonces, le recuerdan como «el Puerto de la Esperanza».
Aquí la historia
Por Jorge Cáceres
Este pasado 24 de julio se cumplieron 84 años de la entrada masiva de familias españolas al puerto de Coatzacoalcos, a través del histórico buque a vapor francés llamado Santo Domingo.
Más de 500 personas de nacionalidad española huyeron de su país, ante el derrocamiento de su república y temerosos del Gobierno franquista. Científicos, obreros, químicos, físicos, periodistas, poetas, cientos de españoles huyeron de la instauración del régimen de Franco, luego que ya se había autorizado asesinar a todos los disidentes.
En los meses de marzo y abril de 1939 en España cayó la República y medio millón de españoles abandonaron el país a través de la frontera francesa, desbordando al Gobierno francés, incapaz de dar abrigo. Muchos de estos exiliados españoles, sobre todo los combatientes, terminaron en campos de concentración.
Recientemente el Archivo de José Giral -custodiado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid-reveló la lista nominal completa de todos los refugiados españoles llegados a la localidad mexicana de Coatzacoalcos -antes Puerto México- a bordo del barco «Saint Domingue».
Este reportero tuvo acceso a todo el expediente digital
Este pasado 26 de julio se cumplieron 84 años del arribo masivo a Coatzacoalcos de 550 refugiados españoles mediante el buque a vapor francés «Saint Domingue». Fue una expedición organizada por el SERE (Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles) y avalada por el presidente de México, Lázara «Tata» Cárdenas».
Al terminar la guerra de España en 1939, toda una generación de hombres y mujeres comprometidos con la democracia, defensores de valores de igualdad, de justicia social, de dignidad, de cultura se vieron abocados a un exilio que les arrancó para siempre de sus raíces y del porvenir que tenían trazado.
Estos 550 refugiados españoles huyeron de su país, buscaron abrigo en Burdeos a bordo del vapor Cuba de la Compañía Transatlántica Francesa, el 19 de junio de 1940, horas antes de que entraran los alemanes en la ciudad pues había una Guerra Mundial, la invasión alemana estaba en pleno.
Los refugiados españoles pretendían desembarcar en la República Dominicana. Al pasar por Casablanca, el buque Cuba fue retenido varios días y, por fin, llegaron el 6 de julio a Santo Domingo.
En ese entonces, el dictador Leónidas Trujillo exigía el pago de una cierta cantidad por cada refugiado para aceptarlos en su territorio.
Con París invadido y todos los miembros del SERE huidos, esas cantidades no se pudieron satisfacer y la entrada a la República Dominicana le fue denegada al pasaje. El barco regresó al puerto de Fort de France en donde los pasajeros españoles esperaron, angustiados, una solución ante su retorno eminente a una Europa en guerra y bajo el fascismo.
Con la ayuda económica de la recién estrenada JARE (Junta de Auxilio a los Refugiados Españoles), México pudo fletar el Saint Domingue, que llevó a los pasajeros hasta el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, donde desembarcaron el 26 de julio de 1940. Así fue la angustiosa y accidentada travesía del último viaje antes de la IIª Guerra Mundial. Había durado más de un mes, solo que lo harán en otro barco, el Santo Domingo, pagando 20.000 libras esterlinas por el pasaje y otras 20.000 libras esterlinas adicionales para asegurarse el compromiso de la compañía naviera francesa de que los españoles llegarían a México y no regresarían a Francia.
«Fue excepcional el ánimo de los cerca de 500 españoles que viajaban prácticamente en la bodega. Organizaron todo tipo de espectáculos con un ánimo envidiable. No pudimos desembarcar en República Dominicana. El dictador Leónidas Trujillo lo impidió y varios días después, reiniciamos viaje hacia la isla Guadalupe y después a Martinica. Allí nos trasladamos al Santo Domingo, barquito de escasos alcances, con destino a México, gracias al general Lázaro Cárdenas», explica Néstor de Buen, en sus memorias.
Fue en Martinica, donde los refugiados abandonan el buque Cuba y se embarcan ahora en el buque a vapor francés «Santo Domingo».
«Fue un viaje muy caluroso le dimos la vuelta a la península de Yucatán. El Santo Domingo arribó así al puerto veracruzano que en las cartas de navegación se llamaba «Puerto México» (Coatzacoalcos)», detalla Néstor de Buen.
«La entrada por el río Coatzacoalcos, la mañana del 26 de julio, fue emocionante. Mucho más la recepción cariñosa de estos veracruzanos incomparables. Y una anécdota que no se olvida: al subir a bordo, a los oficiales de migración que nos darían la documentación que nos convertiría en refugiados en México, el supremo calor les provocó una sed notable y pidieron vino tinto, que consumieron con el mayor entusiasmo. Afortunadamente no eran expertos en la materia», recuerda.
«Llegamos a Coatzacoalcos, nombre imposible de repetir, el 26 de julio. Nos hicieron una recepción extraordinaria. Unos días después la familia De Buen: mis padres y mis hermanos Paz, Odón y Jorge y por supuesto que yo también, viajamos a Veracruz, por cierto, en un barco petrolero que salió de Nanchital y después en camión ADO, a la ciudad de México», relata.
El escritor Eulalio Ferrer, refugiado español quien desembarcó en Saint Domingue al Puerto México, reveló que todos los tripulantes ya se referían a Coatzacoalcos como el «Puerto de la Esperanza», donde iniciarían una nueva vida ahora en la nación mexicana.