El PAN herido de muerte y el PRI en la cuerda floja
13 Sep 2024Opinión de Raúl Rodríguez / El Universal /
Los Yunes, el padre y el hijo, traicionaron al PAN, no a la República.
Son los Judas de Acción Nacional, partido al que han dejado herido de muerte luego de “vender” su voto, el que le que dio al Senado la mayoría calificada para aprobar la reforma judicial.
Son héroes, empero, para Morena y aliados, pues con el voto que les “compraron”, salió adelante el rediseño del Poder Judicial Federal, pernicioso o democrático, según el cristal con que se le quiera mirar, pero con el voto de la mayoría representada en el Congreso.
Traidores o héroes, los Yunes están entre lo peor de la política nacional por los múltiples latrocinios que se les atribuye haber cometido a su paso por el PRI y el PAN.
Migue Ángel Yunes Linares, el padre, se sumó, aun con filiación priista, al equipo de Vicente Fox en el aparato responsable del manejo de los reclusorios allá por 2001, cuando ocurrió la primera fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. Su mentora, Elba Esther Gordillo lo impulsó para que dirigiera el ISSSTE en el gobierno de Felipe Calderón y luego en 2008 -tras romper con la lideresa magisterial que furiosa llegó a llamarle “alacrán”, por traicionero-, se afilió al PAN para ser candidato y gobernador de Veracruz, estado del que ya había sido secretario general de gobierno durante el mandato de Patricio Chirinos, en pleno auge del salinismo. Al paso del tiempo, la periodista Lydia Cacho lo relacionó con la red de pederastia que involucraba, entre otros, al fallecido empresario Kamel Nacif y el exgobernador de Puebla, Mario Marín, además de que se le atribuyeron malos manejos en el ISSSTE.
Miguel Ángel Yunes Márquez, el hijo, fue en las pasadas elecciones el candidato del PAN y la alianza opositora al gobierno de Veracruz. Las perdió frente a la morenista Rocío Nahle, pero amarró senaduría. Cuando pretendió ser en 2021 alcalde del puerto de Veracruz, se le acusó de falsificar documentos para acreditar su residencia en el estado. Por eso tiene orden de aprehensión. Su esposa, Patricia Lobeira, actual alcaldesa, tiene acusaciones por presuntamente no haber solventado cuentas millonarias. Y su hermano, Fernando Yunes Márquez, actual diputado local, tiene orden de aprehensión por un presunto peculado.
Por qué o a cambio de qué fue que el líder nacional del PAN, Marko Cortés, garantizó el acceso de los Yunes al Senado, al hijo como propietario y al padre como suplente, con semejantes antecedentes.
Eso le pregunta el panismo a su líder y carga con ello desde ya, al grado de que le dicen el mandamás del desastre y se habla de la salida de militantes hacia Movimiento Ciudadano.
La torpeza de Cortés ha sido tal que, en la lamentable sesión del jueves pasado en el Senado, en despechado reclamo, le recordaba a Yunes los pactos acordados en La Parroquia jarocha para enfrentar, según sus dichos, la persecución del exgobernador Cuitláhuac García y de la candidata de Morena, Rocío Nahle.
48 horas de vértigo
Los operadores políticos de Adán Augusto López, líder de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) trabajaban para completar los 86 votos para la mayoría constitucional desde antes de que la Cámara de Diputados aprobara la reforma judicial la madrugada del jueves 5 de septiembre.
Ya habían conseguido que el miércoles 28 de agosto anterior, se sumaran a Morena dos senadores del PRD: Araceli Saucedo y José Sabino, pero les seguía faltando uno.
A las negociaciones, gestiones y/o presiones de Adán Augusto se sumó el general retirado Audomaro Martínez Zapata, director del Centro Nacional de Inteligencia. La idea era encontrar y presionar a senadores vulnerables, es decir, con cola que pisarles. Pensaron primero en los priistas y buscaron al líder nacional tricolor, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, pero la negociación se trabó cuando supo que la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE perfilaba llevar al Consejo General (como finalmente lo hizo ayer) desconocer, por haberlos hecho antes de que concluyera el proceso electoral, cambios a los estatutos del PRI que le permitían su reelección hasta 2030.
Esa pretensión para fortalecer su fuero y alejar la amenaza de que la nueva mayoría lo lleve a juicio político, fue echada para atrás y puso en la cuerda floja a Moreno Cárdenas, quien deberá dejar la presidencia del partido no sin antes impugnar la decisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), recurso cuya resolución se vislumbra perdida, ya que “Alito” tenía su amarre con el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón (minoría junto con Janine Otálora en la sala superior de la última instancia electoral), tras la cena que sostuvo con él en casa del ministro de la Corte, Juan Luis González Alcántara Carrancá, y en la que estuvo presente la presidenta del máximo tribunal, Norma Piña.
Se pasó así a buscar otras vulnerabilidades y se encontró la opción del senador Yunes Márquez, con quien se estableció contacto el sábado 8 de septiembre y no obstante que el líder panista ya le había arrancado la promesa de que votaría en contra de la reforma judicial para garantizar los 43 votos de la oposición que lo impedirían.
Ya encaminados hacia la sesión del pleno senatorial del pasado martes 10 de septiembre, Adán Augusto y Audomaro afinaron sus planes alternativos: la eventual ausencia por detención o enfermedad de su padre, del senador de MC, Francisco Daniel Barreda Pavón, o bien el alegato de que 85 votos eran suficientes para completar la mayoría constitucional.
Desde el domingo 9 de septiembre los Yunes no atendían las llamadas del panismo para confirmar el voto opositor que contuviera la reforma judicial y así se la llevaron todo el lunes 10 de septiembre.
Para entonces ya se había filtrado que Yunes Márquez era el Judas del PAN, lo que se confirmó el martes 11 de septiembre, minutos antes de que iniciara la sesión senatorial, cuando pidió licencia por motivos no especificados de salud, lo que permitió que se le tomara protesta su suplente Yunes Lunares, a la sazón su padre, para que pudiera hacer uso de la tribuna y fijar su posición respecto a su eventual apoyo a la reforma judicial,
En la tarde de ese martes 11 de septiembre, Yunes Márquez retomó su escaño y dio a Morena y aliados el voto 86, en medio de irrupciones violentas a la tribuna a la cámara alta, zafarranchos entre quienes rechazan la reforma judicial y quienes la apoyan, y una excesiva andanada de insultos del oficialismo a la oposición.
Asegura López Obrador que Adán Augusto no transó, que nada negoció. Yo francamente no le creo al señor Presidente y aprovecho para preguntarle qué necesidad tiene su apabullante mayoría de humillar y escupir a los opositores como lo hicieron en la sesión del Senado varios legisladores de la 4T. Está claro que AMLO y Morena no saben perder (¿se acuerdan del plantón de Reforma?), pero tampoco saben ganar, pues los rebasa la soberbia.
Con la mayoría aplastante que ahora tienen y con la que pueden hacer las reformas constitucionales que su movimiento considere necesarias, cabe preguntarse si así de excesivo y autoritario será el estilo de gobierno que nos viene con el segundo piso de la 4T.
¿Qué sigue para el PAN?
Está claro que Marko con k deja muy maltrecho al partido que el lunes próximo cumple 85 años. Bien se ha ganado el mote del mandamás del desastre y ha dejado ver recientemente con los Yunes y hace meses en el reparto de puestos, candidaturas y notarías, en el contexto del más reciente proceso electoral, su pueril eficiencia política.
Aun así, su candidato a sucederlo en la presidencia del PAN será el exdiputado Jorge Romero Herrera. El punto es que con él (como presunto líder del llamado cártel inmobiliario), estaría cometiendo el mismo error que con los Yunes al apoyar a personajes de muy larga cola que pisarles.
Ni duda cabe que Marko con k cederá los tratos a Romero, pues ambos tienen control de la fuertes estructura conocida como los “padroneros”. Es de esperarse que así, Romero, como presidente del PAN, nombre coordinador de la fracción senatorial blanquiazul a Cortés y de la de los diputados al yucateco Elías Lixa Abimerhi.
Pero el PAN, si quiere sobrevivir, deberá refundarse, según lo plantearon ayer mismo los cinco gobernadores que le quedan. Por lo pronto, si quieren tener algún peso en el Congreso, no les queda más que mantener una alianza legislativa y después, construir un nuevo partido, necesariamente cercano a la sociedad civil en este que, tras el primer gobierno de la 4T, es otro país y otro sistema donde la oposición no puede seguir en lo mismo, porque ese sería el camino hacia su desaparición.
Nuevos partidos acordes con la realidad deberá ser la tendencia y por lo que se ve tendrán que ser de derecha (está en el poder lo más cercano a la izquierda que tenemos) incluido por supuesto el ultra de Eduardo Verástegui, pero también otros como la empresarial marea rosa de Claudio X. González y algo más o menos cercano a la socialdemocracia como el Frente Cívico del experredista Guadalupe Acosta Naranjo, que buscarán captar al 42% de la población que no votó.
A ver si los desencantados empresarios, que le metieron carretonadas de dinero a opciones que nada más no generaron votos, se animan a seguir financiando tales esfuerzos.
Instantáneas:
- IMPUGNACIONES. El Poder Judicial esperará hasta la publicación en el Diario Oficial de la reforma constitucional que lo rediseña para levantar la huelga que sostienen trabajadores y jueces. Esto bien podría ocurrir la semana que entra si, como anunció AMLO, la declaratoria de validez con el voto ya alcanzado de la mitad más uno de los Congresos de los estados, se hace pasado mañana 15 de septiembre. El PAN va a impugnar por dos vías: la del amparo porque se violentó el proceso legislativo que dio lugar a ella o por la demanda de inconstitucionalidad, aunque se argumenta que las reformas constitucionales no pueden ser sometidas a ese recurso.
- LEVANTAN EL CRIT. Uno de los sitios severamente dañados por el huracán Otis fue el Centro de Rehabilitación Infantil (CRIT) de Acapulco. Fernando Landeros, presidente de la Fundación Teletón, y la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, reinauguraron el CRIT Acapulco. En una ceremonia en donde la mandataria estatal destacó que Acapulco está de pie y está más fuerte que nunca, pero sobre todo porque la reconstrucción del Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil es la suma de muchos esfuerzos que se traducen en un espacio en donde se brinda atención a lo que llamó el más grande tesoro del estado: la niñez y juventud. En el evento estuvieron además presentes la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, así como integrantes del Patronato Fundación Teletón como Ricardo Dagdug, Mauricio Vázquez Ramos, Francisco Aguilera de Alba y Juan Francisco Ealy Lanz Duret.
rrodriguezangular@hotmail.com
@RaulRodriguezC
raulrodriguezcortes.com.mx