Giovani dos Santos, un retiro silencioso
3 Ene 2024Giovani dos Santos, ex seleccionado campeón del mundo Sub-17 en 2005, dejó de jugar al futbol profesional hace casi tres años, cuando finalizó su vínculo con el América. Algunos clubes de la MLS y el futbol de España intentaron contratar sus servicios, pero las negociaciones no prosperaron. De ser uno de los grandes talentos formados en el Barcelona, donde medios y entrenadores compararon su vistosa manera de jugar con la del brasileño Ronaldinho, el mexicano pasa ahora su tiempo alejado de la actividad deportiva, atendiendo negocios familiares y competencias de streamers.
En diciembre pasado, Giovani celebró con su hermano Jonathan el campeonato de liga del América en el estadio Azteca, donde en 1984 se coronó también su padre Zizinho, fallecido durante la pandemia por covid-19. Uno nunca sabe si mi historia pudo ser diferente, reflexiona el campeón olímpico en Londres 2012 al recordar la final contra Tigres. Cuando mi padre fue campeón yo todavía no había nacido. Seguramente él está feliz en el cielo, porque esta vez le tocó a Jona ganar una final. Gracias a ellos, el nombre de los Dos Santos ya está escrito en la historia del América.
Jugador increíble
En silencio, con ropa deportiva y una gorra que le cubre la mitad del rostro, Giovani trata de mantener distancia de las personas que no conoce. Su físico ya no es el del atacante promesa que sorprendió con su talento a rivales de élite en Europa, sino más bien el de alguien menos preocupado por su alimentación. Cuando llegó de Barcelona a la Liga Premier era como ver jugar a Ronaldinho, sostiene el capitán del Manchester City, Kyle Walker, su ex compañero en el Tottenham. Probablemente las cosas no funcionaron tan bien para él en Inglaterra, pero era un jugador increíble.
La diferencia entre Walker (33) y Dos Santos (34) es de apenas un año. En el tiempo en que coincidieron, los dos formaban parte de una generación excepcional en sus respectivas selecciones. Eran presente y futuro, hasta que el mexicano, impaciente por la falta de minutos de juego, decidió continuar su carrera en otros clubes de menor alcance mediático. En el Galaxy de Los Ángeles (2018), Giovani y Jonathan jugaron juntos por última vez luego de hacerlo en el Villarreal y el Barcelona. Los dos soñábamos con estar también en el América, confiesa. Pero el sueño no pudo cumplirse.
Somos americanistas desde pequeños. Por eso el título de Jonathan también es un regalo para la familia; estoy feliz por él. Independientemente de que sea mi hermano, sé todo lo que le costó ganarse un lugar en este club, menciona el ex internacional tricolor, tres veces monarca de la Copa Oro y mundialista de 2010 a 2018. Como familia nos apoyamos en nuestros proyectos y situaciones personales. Tenemos muchas cosas en común y la pasión por el futbol que nos inculcó nuestro papá. Sabemos que nada es imposible.
Había que cuidarlo
Desde su paso por La Masía, donde el Barcelona ha forjado su historia a partir de jugadores que se formaron en fuerzas básicas como Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Pep Guardiola y Lionel Messi, Dos Santos despertó un raro presentimiento en el entrenador Frank Rijkaard. Con otros no tuve la sensación de querer protegerlos, pero Giovani era distinto. Había que cuidarlo de otra forma, declaró en 2007 el neerlandés después de que el me-xicano debutara en Primera División con los azulgranas. En esa tarea participaron los experimentados Thierry Henry, Deco, Ronaldinho y su compatriota Rafael Márquez, hasta que su deseo de ser titular lo llevó al Tottenham.
Una vez vinieron sus padres a ofrecerme disculpas. Giovani se presentó un lunes tarde al entrenamiento y con resaca, seguramente se la había pasado en Barcelona, reveló apenas hace un par de meses el técnico Harry Redknapp, quien estuvo al frente de los Spurs durante aquella etapa. Si pudie-ra pasar un balón como pasa a una discoteca, habría sido un buen jugador. Con esa mala reputación en cuestiones de disciplina, el ex número 10 del América nunca pudo mostrar sus dotes de creatividad y potencia. La vida nocturna devoró su talento. Este momento es de Jonathan, responde Dos Santos cuando alguien le pregunta sobre su futuro. Yo sigo preparándome.
El retiro por ahora es silencioso. Alejado de los grandes contratos del futbol de Europa y la MLS, el ex volante asiste a pocos actos comerciales, entrena por su cuenta en lugares abiertos como los Viveros de Coyoacán y se prepara para participar en una nueva competencia de streamers, denominada People’s League, en la que sus hermanos Eder y Jonathan administrarán al equipo Ziza FC, en honor a la memoria de su padre Zizinho. Otro futbol para su vida.
La Jornada