Hombre ‘fue por cigarros’ y lo hallan 30 años después
26 Sep 2023
Por este motivo abandonó a su familia
Adolfo Enrique Sandoval Farías, un hombre que salió un día a comprar cigarrillos y nunca regresó a su casa, ni tampoco mantuvo contacto con su familia en todo ese tiempo, ha sido encontrado en Río Negro (en el centro de Argentina), después de 30 años. La Policía, al indagar sobre su misteriosa desaparición, obtuvo una explicación sorprendente.
La historia comenzó en febrero de 1993, cuando Adolfo Enrique, quien es de origen chileno, salió de su hogar en Comodoro Rivadavia (Chubut), una noche y nunca regresó. En ese momento, dio inicio una búsqueda que finalmente ha llegado a su resolución, tres décadas después.
«Voy hasta el kiosco (la tiendita) de la esquina a comprar cigarrillos y regreso», le había prometido Adolfo Enrique a su pareja antes de salir de casa, pero lamentablemente, ese regreso nunca sucedió. Al percatarse de su prolongada ausencia, su esposa realizó la denuncia correspondiente.
Sin embargo, a lo largo de estos años, ni ella ni la familia chilena del hombre obtuvieron pistas sobre su paradero. Cuando desapareció, Adolfo Enrique tenía 32 años y trabajaba como técnico electrónico en la empresa «Radio Lineros».
Finalmente, una pista condujo a la oficial principal Daniela Millatruz, jefa de la División de Búsqueda de Personas, y a su equipo, hasta una dirección en la pequeña localidad de General Conesa, en la provincia de Río Negro. Fue en este lugar donde pudieron dar con el paradero de Adolfo Enrique, después de tres décadas de incertidumbre.
Millatruz encontró el caso de Adolfo Enrique y comenzó a investigar. Habló con policías retirados y utilizó nuevos sistemas de búsqueda para descubrir que en General Conesa residía una persona con el mismo nombre que el hombre buscado.
«Solamente teníamos el nombre que era lo que coincidía, pero nada más. Fuimos de comisión y a los fines de entrevistarnos personalmente con él y ver si realmente era la persona buscada de 1995 acá en Comodoro. Cuando llegamos nos presentamos y hablando con él, comentándole una nota de los medios, refiere que sí, que era él la persona buscada, el técnico electrónico que había desaparecido de aquellos años», relató la oficial Millatruz.
Sorprendentemente, Adolfo Enrique Sandoval Farías les abrió la puerta a los oficiales y confesó ser la persona que habían estado buscando, a pesar de que ahora tenía 60 años. Con total tranquilidad, confirmó que había vivido en Comodoro Rivadavia muchos años atrás, pero había decidido alejarse debido a diferencias con su esposa, Nelci Isabel. «Estaba cansado», explicó, y desde entonces, no había mantenido contacto con ningún miembro de su familia.
De manera voluntaria, Adolfo Enrique accedió a someterse a un proceso de toma de huellas dactilares para confirmar la veracidad de sus afirmaciones. Este procedimiento se llevó a cabo en una comisaría de Río Negro y arrojó resultados positivos, según informaron los medios locales. Él afirmó no saber que lo estaban buscando.
La oficial Millatruz relató que Adolfo Enrique le explicó que, en aquel momento, simplemente le dijo a su esposa que se iba y, sin mirar atrás, se puso su campera, agarró sus documentos y se marchó. Durante todos estos años, no intentó comunicarse «ni brindar información de que estaba bien».
Asimismo, el hombre dejó en claro que «no era su intención» retomar el contacto con sus seres queridos. Sus motivos para mantenerse en el anonimato durante tanto tiempo siguen siendo un misterio. La oficial a cargo de la búsqueda compartió detalles sobre su labor:
«Empezamos desde la División en primera instancia, yo ingresé a mediados del mes de diciembre el año pasado, y aparte de los casos que vamos teniendo diariamente también me puse a ver los expedientes antiguos».
La oficial también señaló que la esposa que realizó la denuncia en ese momento falleció hace algunos años. Actualmente, las autoridades están trabajando para localizar a los hijos de la mujer y poner fin a esta historia que ha mantenido en vilo a la familia durante tres décadas.
Excelsior
