Otro ridículo de The New York Times
6 Ene 2025

Otro ridículo de The New York Times

Opinión de Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra | El Heraldo de México |

El “reportaje” publicado por The New York Times (NYT) sobre la supuesta “cocina de fentanilo” clandestina en Culiacán, Sinaloa, terminó por convertirse en un ridículo bulo que desató la burla en redes sociales, tras la contundente respuesta científica del Gobierno de México.

No es que no estemos acostumbrados a estos dislates propagandísticos, pero este merece un lugar en el Hall of Fame de los desatinos periodísticos.

“Bulo” es una mentira articulada de manera deliberada para que sea percibida como verdad, con un fin específico. Y vaya que el NYT se lució con este intento de manipulación.

El Gobierno mexicano, encabezado por Claudia Sheinbaum, desnudó el patético montaje con datos, pruebas y un llamado a la seriedad informativa.

En sus mañaneras de cierre de 2024 e inicio de 2025, Sheinbaum subrayó: “Lo que estamos defendiendo es el derecho a la verdad y evidenciando la publicación de información no creíble”.

Las autoras del embuste, acompañadas de una fotógrafa, publicaron videos y fotos de dos supuestos “cocineros” de fentanilo, quienes presuntamente elaboraban la droga en una cocina doméstica sin ningún equipo de protección, ventilación adecuada ni los precursores indispensables para producir la mortífera sustancia.

Ni siquiera el guionista de Breaking Bad podría haberse imaginado tal despropósito.

El colmo de la farsa llegó con la frase “tolerancia letal a la toxicidad”, término inventado por las reporteras para tratar de hacer pasar por real lo imposible.  Según las reporteras, los cocineros podían manipular el opioide en sus ollas sin sufrir consecuencias letales.  Pero el doctor Alejandro Svarch, subsecretario de Salud, desmintió esta fantasía al explicar que el fentanilo es una droga tan tóxica que, incluso una dosis mínima -equivalente a tres granos de sal-, es suficiente para matar a una persona.  El operador de la sustancia que se ve en los videos hubiera caído fulminado en 30 segundos como resultado de los vapores que se desprenden al sintetizar fentanilo, precisó el servidor público. Esto significa que, si alguien hubiera “desarrollado tolerancia letal” al fentanilo, sería un superhéroe capaz de volverse inmune a una sustancia 50 veces más letal que la morfina. Si el fentanilo fuera tan fácil de fabricar en una cocina cualquiera, los laboratorios de los cárteles estarían en todas partes, hasta en la despensa de las casas estadounidenses, sin gastar en transporte ni cocineros. Lo interesante es el trasfondo político de la farsa, porque no es más que el último capítulo de una saga en la que el Departamento de Estado de EE. UU. y sus órganos de propaganda -como el NYT-, siguen montando narrativas falaces para justificar acciones geopolíticas intervencionistas muy cuestionables.  No es casual que esta nueva mentira tenga como objetivo sembrar miedo en la población estadounidense, alineándose con las políticas belicistas de Donald Trump, quien ya clamó por declarar al narcotráfico en México como terrorismo. Recordemos que el NYT también difundió la fake news para justificar la invasión de Irak, inventada por el gobierno estadounidense, de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, las cuales nunca existieron.  Ahora, como lo hizo con el hashtag #Narcopresidente para tratar de desprestigiar a la 4T en la pasada campaña presidencial, el NYT busca otra vez criminalizar al gobierno mexicano y enaltecer la postura intervencionista de Trump mediante una supuesta guerra contra las drogas. El periódico neoyorquino parece haber olvidado su compromiso con la verdad, el rigor informativo y la ética profesional, para volver a promover las agendas políticas que le convienen a la administración estadounidense en turno, sin importar que haga el ridículo.  En la guerra de narrativas, lo importante no es lo veraz, sino lo que sirve al poder, aunque el precio sea el descrédito público. Si de verdad quisieran combatir a los enemigos que ellos crearon, Estados Unidos debería empezar por detener el flujo de armas a los cárteles, fortalecer sus políticas sanitarias, detener la circulación de la droga en las universidades y combatir a las mafias del crimen organizado y a las empresas lavadoras de dinero que operan impunemente en su territorio. El imperio vive de la guerra y no le importa mentirle a nadie con tal de sostenerse.  POR VÍCTOR HUGO ROMO DE VIVAR GUERRA @VROMOG


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