Poniatowska: corazón de alcachofa
24 Feb 2024
Dos cuentos de Elena Poniatowska, “El corazón de la alcachofa” y “De Gaulle en Minería”, se reúnen en un pequeño volumen publicado por el Fondo Editorial del Estado de México en 2023, De corazón, Elena, que cuenta con un texto introductorio escrito por Beatriz Zalce, experta en la vida y obra de la autora de La noche de Tlatelolco.
La ficción y la memoria se dan la mano en estos relatos de Poniatowska; en el primero habla del ritual semanario en la casa de su abuela materna, donde la familia se congregaba para degustar un platillo delicado y exquisito: alcachofas: “comerlas es un acto sacramental —dice la narradora—. Las disfrutamos en silencio, primero las hojas grandes, las correosas, las verde profundo que la revisten de una armadura de maguey; luego las medianas que se van ablandando a medida que uno se acerca al centro, se vuelven niñas, y finalmente las delgaditas, finas, que parecen pétalos de tan delicadas”. Y así hasta “descubrir el tesoro, la pelusa blanca delgadísima que protege el corazón ahuecado por la espera como un ánfora griega”.
Es un cuento donde lo cotidiano conduce a otras reflexiones, a las relaciones familiares, a las rupturas amorosas, a los chismes sociales, al deseo erótico que encuentra en la alcachofa su metáfora perfecta: “Amé mucho a un hombre y creo que fui feliz porque todavía lo amo. Después amé a otros, pero nunca como a él, nunca mi vientre cantó como a su lado. En realidad, amé a los siguientes por lo que en ellos podía hallar de él. A ratitos”. Es la voz de la narradora que no disfraza sus anhelos ni oculta los lancetazos de los amores perdidos.
El segundo cuento, “De Gaulle en Minería”, es un homenaje a su padre, capitán del ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los mil 500 asistentes a la recepción que se ofreció al general Charles de Gaulle en el Palacio de Minería en marzo de 1964, cuando visitó México invitado por el presidente Adolfo López Mateos. Es un relato en el que se intercalan el presente y el pasado, las imágenes de una cena “ceremoniosa y un tanto provinciana” con las escenas de la guerra vividas por el padre. Ahí están el dolor y la desesperación en el frente de batalla y la frivolidad de la alta sociedad y de los políticos de siempre, envueltos en el manto de las apariencias.
El padre de la protagonista, quien había luchado junto a De Gaulle, se forma con su familia en una larga fila para saludarlo; está nervioso, no sabe si lo reconocerá o no. Pero mientras llega el momento recuerda y sus recuerdos son heridas que nunca podrán sanar.
“Gracias, Elena, gracias Elenita, gracias Elenísima” es el título del texto de Beatriz Zalce, un amplio y amoroso recorrido por la biografía de una de las escritoras más importantes y queridas de nuestro idioma, a la que —dice Zalce—se le agradece “poner el corazón en todo lo que hace”.
Milenio
